Naciones mutantes (2ª parte): Utopía

   La siguiente parada en mi repaso a los grandes asentamientos mutantes es Utopía.

   La que sería considerada como la segunda y autoproclamada nación de los Homo Superior empezó su existencia años antes como la versión original del Asteroide M, la base orbital de Magneto y su Hermandad que quedó destruida y hundida frente a la costa de San Francisco después del sabotaje de la Bruja Escarlata.

   Allí permanecería durante mucho tiempo hasta que el X-Club, el equipo científico de los X-Men bajo las órdenes de Cíclope la sacó a la superficie para convertirla en el hogar de los antiguos alumnos de Xavier y de parte de la comunidad mutante que aún conservaba sus poderes tras el Día-M que se habían asentado en la ciudad de San Francisco con el apoyo de Sadie Sinclair, su alcaldesa. El motivo: No actuar en terreno estadounidense y evitar la persecución gubernamental de H.A.M.M.E.R dirigida por Norman Osborn.

   Los daños estructurales en la que fuese base orbital gigante no se hicieron esperar y vieron que Utopía se hundía de nuevo y ni tan siquiera los poderes de Magneto que se había vuelto a unir a los X-Men podían solucionarlo de manera permanente hasta que este propuso a Namor la construcción de un pilar submarino gigante que apuntalase toda la isla artificial y que de paso sería el hogar de muchos atlantes que habían perdido sus hogares. Este pilar fue bautizado como Nuevo Atlántis, forjando una alianza entre ambas especies de superhumanos.

   La Patrulla-X abriría las puertas de la nueva nación a todo mutante capaz de aceptar las más básicas normas de convivencia, generando suspicacias en muchas organizaciones mundiales especialmente en Estados Unidos que no veía con buenos ojos, tener a semejante amenaza potencial frente a su costa.

   Los ataques no tardarían en sucederse pero de una manera ú otra, los mutantes lograban salir victoriosos aunque no indemnes de ellos. Los más destacados y letales serían primero el de Selene y sus hordas de mutantes fallecidos y no mucho después, con el regreso de Cable y Hope Summers a este periodo temporal, el de Bastión y los Centinelas Nimrod que llegaron a encerrar la isla en una cúpula energética para impedir todo auxilio.

   Sin embargo el futuro de Utopía quedaría marcado por un cisma interno entre los X-Men como consecuencia al ataque psíquico de Quentin Quire a las Naciones Unidas y la destrucción el mismo día de su inauguración en San Francisco del primer Museo de Historia Mutante por parte de la última encarnación del Club Fuego Infernal. Cíclope y Lobezno se enfrentarían físicamente por sus diferentes visiones del papel de Utopía, los X-Men y la especie mutante en general.

   La unión existente se rompió y muchos miembros de la Patrulla-X sobre todo la mayoría de los mutantes más jóvenes dejaron Utopía y se trasladaron a la que fuera la antigua Escuela de Xavier remodelándola y abriéndola en homenaje a Jean Grey. Mientras que un grupo más reducido encabezado por Cíclope que se autodenominó Equipo Extinción, dejó claras sus intenciones de proteger a toda costa y por cualquier medio a los mutantes de todo el mundo, incluidos los que habían abandonado Utopía.

   Aunque el malestar y las discrepancias entre ambos equipos de X-Men se mantendrían un tiempo, sucedió algo inesperado que volvería a unirlos y a separarlos al mismo tiempo: La Fuerza Fénix estaba regresando a La Tierra.

   La facción Utopía suponía (y de haber ido todo bien, así habría sido) que Hope Summers podía convertirse en huésped de la entidad cósmica y ser la artificie del renacer de la especie mutante tras los sucesos del Día-M restaurando el gen-x.

   Pero Los Vengadores entre cuyas filas había varios mutantes que pertenecían a La Patrulla-X como Lobezno preferían una acción más proactiva para evitar que el Fénix destruyese nuestro mundo.

   El conflicto fue inevitable y en un enfrentamiento entre ambos grupos en La Luna, Iron Man logró dividir la energía de la Fuerza Fénix en lugar de destruirla, se fundió con cinco miembros del Equipo Extinción en lugar de Hope Summers y los mutantes conocidos como Las Luces, aquellos cuyo poder había sido activado por la llegada de esta a nuestra época.

   En los días siguientes los nuevos avatares del Fénix convirtieron el mundo en un paraíso y Utopía, en su capital flotante. Aunque corrompidos por el poder, subyugaban a los que no compartían su visión incluidos sus propios compañeros mutantes y los miembros de Los Vengadores que no se sometían. La corrupción de Los 5 Fénix como eran conocidos, llevó a que después de que varios de ellos fuesen vencidos por Los Vengadores o en una lucha interna por hacerse con todo el poder de la Fuerza Fénix, sólo quedase únicamente Cíclope como avatar de la entidad.

   Scott Summers era el único Fénix y al igual que le pasó al duplicado de Jean Grey, sucumbió ante su poder convirtiéndose en un nuevo Fénix Oscuro que en un momento de la lucha final contra X-Men y Vengadores, llegó a matar al hombre que le convirtió en héroe, Charles Xavier. Esto permitió a Hope hacerse con el poder del Fénix y poner fin al conflicto y poco después con la ayuda de la Bruja Escarlata, dispersar sus energías y provocar ese renacimiento mutante en que Cíclope creía.

   Sin Fénix para mantenerla en el cielo, Utopía volvería a caer en el mar y quedaría semi sumergida y abandonada, salvo un pequeño grupo que se negó a abandonarla.

   Este es el final del segundo estado mutante aunque no de Utopía como tal aunque pueda parecerlo pero para eso tendremos que esperar al próximo capitulo y hablar de Nuevo Tían.



Matías González Alarcón (@matias_gleza)

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