Naciones Mutantes (1ª Parte): Genosha

    Lo prometido es deuda y hoy damos el pistoletazo de salida a una serie de artículos en los que ahondaremos en las llamadas Naciones Mutantes en el Universo Marvel, esos lugares donde los Homo Sapiens Superior se han establecido de manera masiva convirtiéndose en Estados con irregular reconocimiento por el resto de los países.

   Empezaremos por Genosha, aunque cuando le llegue el turno a Krakoa, hablaremos de otra nación. Genosha está situada al noroeste de Madagascar y desde su descubrimiento por colonos europeos en el s.XXVI fue un puerto de tránsito entre los continentes africano y asiático hasta su independencia en los años 60 del s. XX.

   Pocas décadas después, Genosha empezó a despuntar como una de las más florecientes y ricas naciones del mundo, aunque detrás de ese éxito había un oscurísimo secreto a voces. Su sociedad se basaba en la supremacía humana sobre la minoría mutante de la isla, a la que se testaba a los 13 años y se convertía en propiedad estatal. Los mutantes que perdían su condición de ciudadanos e incluso de personas, eran sometidos al llamado Proceso Mutado en que se les quitaba su libre albedrio y en algunos casos se les modificaban sus habilidades sobrehumanas para hacerlas las más aptas o especificas en su servicio del Estado como mano de obra esclava de los humanos. Los cuerpos de los mutantes mutados estaban cubiertos por trajes completamente sellados y su reproducción se limitaba a combinaciones de laboratorio también ajenas a la voluntad de estos. Solamente unos pocos privilegiados mutantes que decidían servir voluntariamente contra la resistencia de los suyos como miembros de elite de los Magistrados, el cuerpo policial de Genosha eran tolerados.

   Tras un enfrentamiento previo con los X-Men, Genosha decidió declarar la guerra a los héroes mutantes y saliendo de sus fronteras, los Magistrados atacaron y secuestraron a Tormenta y a varios miembros de los Nuevos Mutantes. El asesinato de Warlock y la captura de miembros de los distintos equipos-x que habían acudido al rescate de sus compañeros sometidos a una pantomima de juicio ante las cámaras de todo el mundo puso en jaque al gobierno humano que acabó por caer.

  La situación resultante fue una guerra civil. Oportunistas como Fabían Cortéz, el que fuese el traicionero lugarteniente de Magneto instigaron a la facción mutada contra sus opresores humanos obligando a actuar a S.I.E.L.D, los X-Men y los Vengadores.

   Después de que Magneto hubiese puesto contra las cuerdas a la Humanidad, la O.N.U optó por una solución con la que pretendían contentar temporalmente al Amo del Magnetismo y de paso acabar con el polvorín en que se había convertido Genosha: Le cedieron el gobierno de la isla para que la convirtiese en el paraíso mutante que predicaba.

   Magneto lograría acabar con todos los conatos de enfrentamiento y formó un gabinete que incluía a todas las facciones de la isla incluyendo en él a sus hijos Pietro y Lorna. Desgraciadamente Naciones Unidas pretendía desestabilizar a este nuevo y amenazante régimen y una vez provocaron la ira del gobernante y justo después de que el Virus del Legado desapareciese de la Tierra y miles de mutantes que estaban afectados por esa enfermedad se curasen, Magneto le declaró la guerra a la Humanidad.

   Detenido una vez más por los X-Men, un malherido Amo del Magnetismo no pudo evitar el rápido y eficaz genocidio que los Centinelas Salvajes de Cassandra Nova en que prácticamente toda la población de la isla fue exterminada. Alrededor de unos 16 millones de mutantes murieron ese día.

   Nunca más Genosha sería una nación aunque haya seguido apareciendo periódicamente en los cómics ya sea como el país de los muertos vivientes de Selene, campo de concentración de Cráneo Rojo, centro de refugiados de Magneto o cabeza de playa para la Invasión Cotati. Hoy apenas unos restos flotantes, recuerdan un lugar que abanderó la peor cara de los humanos y un fallido intento del orgullo mutante.

 

 

Matías González Alarcón (@matias_gleza)